un poco de Historia...

A finales de 1962, aproximadamente el momento en el cual mi hijo mayor tendría que iniciar sus estudios primarios, consideré que podía existir en Panamá una escuela algo diferente tendiente a preparar individuos que pudieran frecuentar, sin dificultad, cursos universitarios en cualquier parte del mundo. Además de otras consideraciones, que es inútil mencionar en este momento, se podía incluir el estudio del idioma italiano en el currículum regular de la escuela.

Me atreví a presentar el embrión de la idea al amigo Enzo Versari, quien aceptó casi inmediatamente y, una vez detallado un poco más el proyecto, lo presentamos al Embajador de Italia. Recibimos su respaldo moral y con todo el entusiasmo del caso convocamos a las personas interesadas en la creación de una nueva escuela en Panamá.

La reunión fue todo un éxito: abundaron los participantes y las ideas. Las reuniones continuaron y en cada una de ellas el número de participantes disminuyó. Al momento decisivo nos encontramos solamente cuatro personas: Enzo Versari, Agustín Colamarco, Domenico Alessandría y el suscrito. Decidimos seguir adelante igualmente.

En los primeros días del año 1963 alquilamos un pequeño chalet en Vía Brasil con la idea de empezar con una escuela maternal y con un primer grado. Cada año iríamos aumentando un grado hasta completar la primaria y después el bachillerato.

El Prof. Agustín Colamarco solicitó y consiguió del Ministerio de Educación el permiso para operar la escuela maternal y la primaria bajo el nombre de ESCUELA ITALIANA DE PANAMÁ, de la cual él sería el primer director. Así, con 18 alumnos en el Jardín de Infancia y 17 en el primer grado, abrimos las puertas de la escuela.

La primera maestra fue la señora Rita de Alessandría, mientras la administración correspondió desde el principio a la señora Alessandrina de Versari.

Después de pocos meses Domenico Alessandría, por razones personales, dejó de participar en la iniciativa, mientras la esposa Rita se transformó en una de las columnas docentes de la naciente institución.

El año siguiente nos trasladamos al pequeño castillo de Calle 72 San Francisco y siguiendo el programa establecido, seguimos aumentando un grado todos los años hasta completar el bachillerato. La primera graduación de Bachilleres en Ciencias se realizó en el año 1974.

En ese año entramos de lleno Cermelli y Versari tanto en la administración como en la docencia. En el mismo año el Prof. Colamarco dejó la dirección nominal de la escuela y entro la actual directora Prof. Panamá Solís.

La colaboración con Enzo Versari continuó ininterrumpida desde el año 1963 hasta el año 1996, año en el cual lamentablemente nos tocó aceptar su pérdida, ocurrida a la edad de 72 años. Desde ese momento sus herederos mantuvieron una participación activa en la guía de la institución hasta principios del 2007, fecha en la que decidieron separarse definitivamente del Colegio para dedicarse de lleno a sus respectivas actividades profesionales.

Actualmente operamos bajo el nombre de INSTITUTO ITALIANO ENRICO FERMI, debidamente registrado en el Ministerio de Educación bajo la personería jurídica de la Sociedad Didáctica Contemporánea, S.A. (DICO, S.A.)

El Instituto está sujeto, con relación a su funcionamiento académico, a las leyes y disposiciones que reglamentan la educación nacional y a la supervisión del Ministerio de Educación. Lógicamente, siendo una empresa privada, está sujeta, con relación a su funcionamiento administrativo, laboral y fiscal, a las leyes que regulan el funcionamiento del sector privado.

En el año 1996 se solicitó al Ministerio de Educación y se consiguió el cambio de Bachillerato en Ciencias a Bachillerato en Ciencias y Letras con orientación en Informática y Contabilidad.

En el mismo año pudimos emprender la realización de la última parte del proyecto de construcción. Tuvimos que demoler el castillo existente, construimos siete salones de clases nuevos, ampliamos y reorganizamos los salones de Mecanografía, de Informática, de Ciencias y la biblioteca. Habíamos adquirido con anterioridad una edificación adyacente que tuvimos que demoler para construir la cancha de baloncesto.

Pocos años después compramos otra propiedad formada por dos edificios que transformamos en la sección preescolar.

Con este breve resumen he expuesto superficialmente la historia de nuestra institución, que ha podido llegar al punto en el cual se encuentra gracias a la colaboración de muchos padres de familia, de muchos docentes y gracias a la buena voluntad por parte de todos.
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Stefano Cermelli